En estos días se celebran las pruebas Gaokao en China, son complicadas pruebas de formación para el acceso a la universidad. Para el estudiante asiático hay alrededor del Gaokao un mundo de oportunidades que se abren o se cierran definitivamente para él. La obtención de un título universitario es en sí mismo un salto en la escala social China, ya que les posiciona como candidatos a otros retos como el de encontrar un trabajo con un salario digno, incluso poder tener una pareja de cierto estatus, también salir del mundo rural para vivir en la gran ciudad… . Estos sueños no son sólo de los estudiantes, sino también de sus familias, que han puesto gran parte de sus recursos y esperanzas en esa apuesta, del a menudo único hijo o hija.
Formación en China ¿Qué hay de verdad en todo ello?
La preparación de la prueba y los preámbulos de la misma, conllevan una tensión emocional que en ocasiones ha llevado a situaciones extremadamente dramáticas a los jóvenes y a sus familias, eso si es una verdad avalada incluso por cifras de suicidio de jóvenes. Seguramente aprobar el Gaokao es garantía de tener una determinada formación estructurada, eso también puede ser una verdad.
A mi me parece interesante conocer la verdad de esos otros, los que no aprueban. El aprendizaje que adquieren esos otros jóvenes, los que tienen que seguir su vida con la carga de no haber superado las expectativas de los que le importan. El aprendizaje de esos que piensan buscarse la vida de la mejor manera posible, sin contar con “el marchamo” estándar que los clasifica. Estaría bien saber cómo continúan aquellos que no renuncian a una vida mejor y son capaces de alcanzarla diseñando y siguiendo un camino diferente. Esos tienen algo de formación, pero desde luego lo que tienen es mucho aprendizaje.