Para la mayoría de nosotras, mujeres profesionales con dilatada carrera profesional, a estas alturas de nuestra trayectoria, ya hemos comprobado que el mundo de la empresa no es injusto formalmente, no es discriminatorio personalmente, y no es machista oficialmente. De hecho somos muchas las que estamos agradecidas a nuestras organizaciones por las oportunidades que nos brindan, por el desarrollo de nuestro potencial  Al mismo tiempo, también la mayoría de nosotras, vemos como los puestos de responsabilidad y dirección son de ellos.

LA REALIDAD y EL POTENCIAL

Esta realidad, que las cifras ponen de manifiesto, viene ocurriendo desde siempre, y sin embargo ya llevamos  años con un entorno en las empresas que favorece la igualdad de oportunidades. En los últimos años, incluso de forma vigilada (es decir con ratios comparativos de género y leyes al respecto) y con políticas de discriminación positiva en algunos casos, entonces… ¿Qué queda por hacer para compartir el poder y la gloria con los hombres?.

Sin duda hay mucho por hacer, desde la sociedad, desde las empresas y desde nosotras mismas.  El hecho de que no consideremos el entorno como injusto, no quiere decir que sea justo. Simplemente el devenir de la historia, por múltiples factores que ahora no merece la pena invertir líneas en ellos,  nos ha traído hasta aquí. Aquí, es un mundo empresarial construido por hombres y hecho para hombres, donde las mujeres, somos pieza importante, pero no clave.

Siguiendo un símil que todos entendemos, las mujeres en las empresas somos  como los limpiaparabrisas, los intermitentes o la bocina en un coche, que son necesarios, pero no decisivos como puedan ser las ruedas, la caja de cambio o el volante.  Un buen conductor, revisa todos los mecanismos de su automóvil, algunos pueden ser cruciales en determinados momentos. Pero la prioridad, y cuando se invierte de inmediato en el vehículo  aun estando en crisis, es cuando hay la más mínima duda sobre alguna necesidad en la dirección o en cualquier elemento clave que deje al vehículo sin movimiento.

QUÉ TENEMOS, QUÉ NOS FALTA

La buena noticia es que estamos sobradamente preparadas para ser pieza clave en nuestro entorno profesional, las estadísticas nos dicen que estamos a la altura de las necesidades  en cuanto a formación reglada se refiere. Esto significa que nosotras sí hemos hecho la inversión económica y en tiempo para ser un vehículo de alta gama, y los somos.  Una vez que hemos llegado a un punto de preparación y experiencia profesional, ya solamente nos queda un pequeño impulso para adoptar una determinada actitud y poner todos nuestros recursos en acción. Esa es la parte oscura de la noticia, la combinación de estos dos factores, actitud y empleo a fondo de recursos, no es tan frecuente en las mujeres a pesar del alto potencial.

Volvemos a preguntarnos el por qué, ¿no queremos?, ¿no nos dejan?, ¿nos da miedo?, ¿no confiamos en nuestro potencial?, ¿es que…?, Creo que no es el momento de “echar balones fuera”, no hay culpables, hay circunstancias que tenemos que salvar. Y sobre todo, hay circunstancias que tenemos que aprovechar, efectivamente oportunidades para poner en juego todo el potencial.

QUÉ HACER

Nunca antes las mujeres habíamos estado  tan “de moda”, aunque más que una moda, es que  según están las cosas, ahora hacemos falta todos, nosotras también. Lo mejor es que hacemos falta con todas las características propias de nuestra condición de mujeres, nuestra capacidad de emoción, de empatía, de relación, de seducción, nuestra intuición,… todos nuestros atributos son valiosos.

Hagamos recuento, quiero decir, seamos conscientes de nuestras capacidades.  Reflexionemos sobre nuestras prioridades, no las que otros nos atribuyen, no las que se esperan de nosotras, no las que prejuicios, educación y conveniencias  nos marcan, sino lo que cada una quiere.  Seamos estratégicamente consecuentes, es decir hagamos aquello que nos lleva a alcanzar nuestros objetivos. Adoptemos los comportamientos, empleemos las técnicas, pongamos las habilidades en práctica, identifiquemos las situaciones en las que conviene “meter el turbo”, y de una vez por todas, “cojamos el volante” sin soltarlo hasta nuestra meta.

PROGRAMA DE DESARROLLO DIRIGIDO A MUJERES CON POTENCIAL

Esta es la inversión para coger el volante hacia nuestra meta profesional. Es un Programa diseñado para trabajar las actitudes y poner a punto las habilidades propias de nuestra condición de mujeres.

En grupos reducidos, un máximo de 10 participantes, trabajamos el plano individual y en grupo. Comenzamos con una entrevista con la participante, como resultado de la cual abrimos un informe individual  que se irá enriqueciendo a lo largo del Programa y que se entrega y comenta al finalizar las acciones durante una entrevista de asesoramiento para el desarrollo profesional.

Algunas acciones se realizan de forma individual, diseñadas para la reflexión y tomar consciencia. Como son una sesión de coaching, grabación y análisis de la comunicación, estudio grafológico, entrevista de desarrollo….

Y además

Las acciones en grupo están pensadas para practicar y compartir experiencias.  Se trata de  5 módulos: 1.-Liderazgo, 2.-Comunicación en reuniones, 3.-Comunicación a audiencias, 4.-Negociación y Conflictos y 5.-Personal Branding.  Están diseñados sobre situaciones comunes del entorno profesional en las que es necesario “meter el turbo”, poner todos nuestros recursos en acción, emplear las técnicas. Y todo esto lo hacemos practicando en un ambiente de confianza y complicidad.

El Programa se desarrolla a lo largo de 4 meses, y los módulos grupales están estructurados en 5 sesiones de 4 horas. Esta estructura permite a la participante acudir a su trabajo por la mañana para resolver lo acuciante. Compartir un pequeño “picoteo” con las compañeras de Programa para “despresurizar”. Dedicar la tarde a su formación y desarrollo, y terminar a las 17:45, una hora muy razonable para atender a las otras facetas de su vida. Es un Programa pensado para conciliar, que de eso nosotras sabemos mucho.

El equipo de profesionales que intervenimos en el Programa (directora, coachs y grafóloga) tenemos muy claro que nuestros conocimientos, experiencia y dedicación están totalmente focalizados en el objetivo: el éxito de las participantes. Las protagonistas son ellas, y nuestra disposición y entrega es absoluta para que brillen en cada oportunidad profesional.

Como resultado de ediciones anteriores han surgido ascensos, negocios, amistades y relaciones muy interesantes, que están basadas en la generosidad de compartir y en el apoyo mutuo, sin duda nuestras fortalezas.

 

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